Los ángeles custodios y los demonios
- Catecismo Digital
- 10 mar 2023
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¿Cuál es la ocupación de los ángeles buenos?
La principal ocupación de los ángeles buenos es adorar a Dios en el cielo, y ejecutar sus ordenes en la tierra.
La primera ocupación de los ángeles nos ha sido revelada por Jesucristo y también, muy extensamente, por san Juan en el Apocalipsis. En cuanto a la segunda, la Sagrada Escritura nos muestra con frecuencia a los ángeles cumpliendo alguna misión para con los hombres. Así lo vemos en la historia de Adán y Eva, arrojados del paraíso terrenal; en el sacrificio de Abrahán; en el relato del sueño de Jacob; en las historias de Tobías y de los hebreos en el horno de Babilonia; en los misterios de anunciación de la santísima Virgen, del nacimiento de Jesus, en la agonía de Jesucristo, en la prisión de san Pedro, etc.
¿Qué son los ángeles custodios?
Los ángeles custodios son lo que Dios ha encargado de cuidar de cada uno de nosotros.
La existencia del ángel custodio, conocido ya en el antiguo Testamento (Sal., XC,11 y 12), esta confirmado en el nuevo por estas palabras de Jesucristo: “no escandaliceis a ninguno de estos pequeñitos, porque sus ángeles en el cielo, están siempre viendo la cara de mi Padre Celestial.” (S.Mat. XVIII,10). Por eso la Iglesia autoriza el culto de dichos espíritus.
¿Qué deberes tenemos para con nuestro Ángel custodio?
Debemos respetar a nuestro ángel custodio, honrarlo, invocarlo y seguir sus inspiraciones.
Por respeto a nuestro ángel custodio, que siempre nos ve, debemos abstenernos de acciones indignas; y para merecer su ayuda, debemos encomendarnos a él todos los días, especialmente cuando nos veamos en algún peligro espiritual o corporal.
¿Cuáles son las ocupaciones de los ángeles malos o demonios?
Los ángeles malos o demonios se ocupan en tentar a los hombres en este mundo y en atormentar a los réprobos en el infierno.
Podría decirse que los demonios son los terribles ministros de la justicia divina en el infierno, y no cabe duda que desempeñan su oficio con un encarnizamiento igual a su odio; pero también envidiosos del hombre que puede salvarse, trabajan sobre todo para hacerlo caer en pecado, por medio de las tentaciones, como lo atestigua la historia de Adán y Eva.
¿Podemos resistir las tentaciones?
Si, podemos resistir las tentaciones con la gracia de Dios, y empleando los medios que nos ofrece la religión.
Dios permite las tentaciones, como permitió la de Adán, para probar nuestra virtud y para que merezcamos la recompensa de nuestra fidelidad en su servicio; pero nos asiste con su gracia, y nos defiende por medio de nuestro ángel custodio, que nos inspira pensamientos opuestos a las tentaciones. A más de esto, tenemos a nuestra disposición armas espirituales con que podemos vencer a los enemigos de nuestra salvación.
¿Con qué medios podemos resistir las tentaciones?
Podemos resistir las tentaciones principalmente con la señal de la cruz, el agua bendita, la oración, la huida de las ocasiones, la confesión, la Comunión, el recurso a la Santísima Virgen y a nuestro ángel custodio.
Estos medios son tan eficaces, que, cuando se emplean con humildad, confianza y voluntad de no pecar, se puede dar por segura la victoria.
La experiencia nos enseña, por otra parte, que la negligencia en emplear estos medios saludables fue siempre causa de nuestras caídas en el pecado.

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